- 3 huevos
- 35-40 ml de anís (si os gustan menos aromáticas reducir la cantidad)
- 35 ml aceite
- 8 cucharadas de azúcar
- 300-350 grs harina
- 1 cucharada de levadura royal
- ralladura de limón
ELABORACION
En un bowl batimos los huevos con el azúcar de forma enérgica hasta que doblen su volumen y la mezcla quede espumosa.
Añadimos el aceite (yo utilizo uno suave), el licor, y la ralladura del limón y seguimos batiendo.
Ya tenemos preparada la mezcla líquida de la receta. Ahora vamos añadiendo harina, a la que habremos incorporado la levadura, poco a poco hasta que consigamos una masa homogénea. Al principio nos podemos ayudar de una cucharada de madera, o similar, y después acabaremos con las manos trabajando la masa encima de la encimera.
Trabajamos la masa hasta que no se nos pegue a las manos y quede durita y con consistencia.
La cantidad de harina que os pongo es orientativa, en ocasiones necesito más, en otras menos, de todos modos no os aconsejo que utiliceis mucha, si no las rosquillas tirarán a duras y no es agradable.
Dejamos reposar la masa un ratito, de 20 a 30 minutos.
Transcurrido el tiempo, vamos haciendo "rulos" o tiras de masa que uniremos por los extremos.
Ponemos a calentar una sartén con abundante aceite y un par de trocitos de corteza de limón y cuando esté caliente vamos echando las rosquillas. Cuidado con la temperatura, se pueden quemar y dorar enseguida.
Las vamos disponiendo, a medida que las retiramos, en un plato con papel absorvente para que vayan soltando el exceso de aceite.
Aún en caliente las rebozamos en azúcar, a mi me gustan con azúcar glass, pero las podéis dejar tal cual.