Preparados, listos,… vuelta a la casi normalidad!!
Después de un parón, casi en todos los sentidos, ahora toca ponerse al día y retomar ciertos hábitos y costumbres, digamos que estamos en periodo de adaptación!
Hace muchísimo que no paso por vuestras cocinas , estoy plenamente convencida que me dejo atrás muchas maravillas y delicias culinarias, pero espero emplearme a fondo y recuperar el tiempo perdido.
Para comenzar ésta nueva etapa,... temporada, os propongo éstos minicroisants de
Xabier Barriga,..
Que os puedo comentar que a éstas alturas no sé se sepa de éste gran panadero,… su libro
“Pan” comienza de la siguiente manera,… “ a las personas humildes y sencillas, a las personas sinceras y nobles,….” es un preludio de la clase de recetas que nos vamos a encontrar en su interior,.. explicadas e ilustradas de manera tal, que hasta lo complicado resulta sencillo,.. para mi gusto un libro apasionante.
A continuación, su receta,
Ingredientes
- 500 grs harina de fuerza
- 10 grs de sal
- 50 grs de azúcar
- 20 grs leche en polvo
- 260 ml de agua
- 25 gr levadura fresca ( 1 sobre de liofilizada)
- 170 gr mantequilla
Elaboración
En ésta ocasión seguí los pasos del amasado, posterior estirado y plegado según las indicaciones del autor, de todos modos podéis seguir hacerlo según vuestras costumbres o técnicas para hacer hojaldre.
Ponemos todos los ingredientes, exceptuando la levadura, agua y la mantequilla, dentro de un recipiente hondo .
Le vamos añadiendo agua a la vez que removemos con la otra mano libre , vamos uniendo así la harina con el líquido, vamos a notar como se va transformando en una mezcla seca. Seguimos dándole vueltas hasta que la masa haya absorbido toda el agua. Unos 10 minutos más o menos será suficiente.
Cuando la masa esté bien lisa, la extraemos y ponemos encima de la encimera o mesa de trabajo previamente enharinada. Ahora toca el amasado propiamente dicho, disponemos la masa enfrente nuestra y la golpeamos, estirándola y doblándola sobre si misma para que se oxigene atrapando aire. Seguimos repitiendo el proceso hasta que observemos que la masa se rompe y se desgarra al estirar,… yo estuve unos 8 minutos dándole a la masa para adelante y para atrás, la tapamos con un paño húmedo y dejamos descansar durante unos 10 minutos.
Repetimos esta alternancia de amasado y posterior descanso de la masa tres veces, el autor aconseja hacerlo de cinco a seis.
Al cabo de todo ese tiempo, la masa estará lisita, ahora ponemos la levadura y un chorretón de agua en el centro, cerramos el “paquete” y seguimos amasando hasta que la levadura esté perfectamente disuelta, una muestra de ello, será que la masa queda nuevamente lisa y se despegará fácilmente de la mesa de trabajo.
Ahora es el turno al proceso de hojaldrado , quizá lo más laborioso, pero nada complicado.
Disponemos la masa y la estiramos con el rodillo, dejamos reposar una hora en la nevera, tapada con papel film.
Entre tanto, envolvemos la mantequilla en otro trocito de film transparente, la aplastamos con las manos hasta dejarla plana y la reservamos nuevamente en la nevera.
Pasado el tiempo, enharinamos ligeramente la encimera ponemos la masa encima y colocamos la lámina de mantequilla en el centro de la masa, procurando que quede lo más centrada posible.
Plegamos la masa sobre la mantequilla hasta que quede totalmente cubierta y después estiramos con el rodillo.
Realizamos un pliegue sencillo, es decir, una vez dividida la masa en tres partes; doblamos la parte de la izquierda sobre la parte del medio, y después la de la derecha también sobre la del medio.
Tapamos la masa y dejamos reposar en la nevera durante 15 minutos.
Una vez reposada, le damos media vuelta al trozo de masa y estiramos con el rodillo horizontalmente hasta que tenga un grosor de centímetro y medio. Y volemos hacer otro pliegue, otra vez reposo, otra vez pliegue,.. hasta completar cinco pliegues!
Una vez rematados los pliegues, dejarnos reposar la pieza de masa unos 30 minutos en la nevera, tapada con plástico.
Ahora ya solo resta dar forma y hornear las piezas. Estiramos la masa hasta que nos quede de un grosor de 1cm, cortamos triángulos de 8 cm de altura por 4 cm de base. Realizamos un pequeño corte en la base , separamos las puntas, que serán los cuernitos y enrollamos el croissant desde la base hacia arriba.
Podemos modificar sus medidas en función de nuestros gustos, por si queremos piezas más grandes, o al contrario más pequeñas.
Colocamos los croissants sobre una fuente forrada con papel de hornear dejando separación entre ellos suficiente para que al fermentar no se peguen unos con los otros.
Los cubrimos con un paño y dejamos fermentar en lugar cálido durante una horas más o menos.
Mientras tanto precalentamos el horno a unos 250 º
Una vez hayan doblado su volumen los pintamos con huevo batido con ayuda de un pincel de cocina y bajamos la temperatura del horno a 200 º y horneamos unos 10 minutos o hasta que veamos que están dorados. Y listos para una merienda, desayuno,….
Se conservan perfectamente congelados de manera individual envueltos en papel de aluminio o film transparente y a su vez dentro de una bolsa de congelación. Después se sacan un ratito a temperatura ambiente y ya están listos.
Quedarían también deliciosos bañando su base en chocolate derretido,... o poniéndoles algún tipo de relleno justo antes de formarlos.
De todos modos así , solos, están muy buenos, con ese sabor a mantequilla,.. ummm